Después del banquete, los novios son los encargados de abrir la fiesta con su primer baile de casados. Es uno de los momentos más especiales y románticos de la boda, y siempre lo guardaréis en vuestra memoria. Por eso es importante que salga perfecto.
Ya sois marido y mujer y una de vuestras primeras “obligaciones” durante el día de la boda es abrir el baile. Al margen del pánico escénico que este momento os pueda producir, serán unos instantes súper especiales. Centraos el uno en el otro y disfrutad mucho. Os contamos todo lo que tenéis que saber de vuestro primer baile de casados.
Todas las claves del primer baile de casados
– El momento del primer baile de casados
El protocolo nupcial indica que el momento perfecto para realizar el primer baile de casados, con el que se dará comienzo a la fiesta, es justo después del banquete y después de entregar el ramo de novia. Esto puede hacerse de la manera tradicional, lanzándolo para que alguna invitada al azar lo reciba, o haciendo una entrega en mano si se quiere regalar el ramo a alguien en particular.
Es importante que hayan concluido todos los previos: discursos, agradecimientos, entrega de regalos a los invitados y a los novios, corte de la tarta…
– ¿Cambio o no cambio de look?
Las últimas tendencias invitan a lucir un segundo vestido antes del primer baile de casados que haga sentirse más cómoda a la novia. A veces el vestido principal permite eliminar elementos (sobrefalda, cola, velo…) y se transforma en ese segundo look, haciendo innecesario el cambio de ropa. Unos zapatos más cómodos que los primeros suelen acompañar al nuevo outfit.
Nuestra recomendación es que si apuestas por esta opción, cambies también de peinado, e incluso retoques el maquillaje. Es el momento, por ejemplo, de aplicar un color más vivo a los labios, si te maquillaste de manera natural.
– ¿Vals o no vals?
La tradición indicaba que el primer baile de casados debía ser un vals. Sin embargo, hoy hay bastante libertad en este aspecto. Las parejas más tradicionales siguen optando por Danubio Azul, Sangre Vienesa o El vals del Emperador para abrir el baile, mientras que muchas otras optan por estilos musicales más de actualidad.
Lo que prima, sobre todo, es elegir una canción con un significado especial para la pareja, generalmente un tema romántico. Hay quienes sorprenden a sus invitados con una coreografía mejor o peor preparada, quienes acuden a clases de baile antes de la boda y deslumbran con un baile de salón y quienes, directamente, apuestan por la salsa, el merengue o un temazo pop o rock. Fundamental: que os sintáis cómodos al bailar la canción elegida.
– Duración del baile nupcial
¿Has oído alguna vez esa frase que dice que “lo bueno, si breve, es dos veces bueno”? Pues no está de más aplicarla al primer baile de casados. Se trata de ofrecer un momento romántico que disfrutéis y disfruten vuestros invitados, no de aburrir al personal. Después del cóctel y del banquete, de los vinos y los licores, los pies casi se mueven solos, y la mayoría de los invitados estarán deseando comenzar a bailar. Por eso, si habéis decidido preparar una coreografía o combinar varias canciones, procurad no sobrepasar los 10 minutos.
– ¿Y después de los novios?
El protocolo indica que después del primer baile de casados, que es el que abre el baile, la novia debe bailar con el padrino, que suele ser su padre o un familiar o amigo muy cercano. El novio, por su parte, bailará con la madrina. A continuación, si los padrinos no son los padres de los novios, la novia bailará con su padre y el novio con su madre. Por último, la novia bailará con el suegro y el novio con la suegra, mientras los padrinos bailan entre ellos. Se trata de hacer bailar a todos los miembros de la mesa presidencial.
– Coreografías o flashmob sorpresa
Está de moda que, de repente, un grupo de invitados pare el baile y se arranque con una coreografía dedicada a los novios. Suele ser un momento muy divertido y súper especial, pero nunca debe tener lugar antes del primer baile de casados. O así lo indica el protocolo que, como siempre decimos, está para saltárselo. Te dejamos un ejemplo en el que se contradicen todas las normas protocolarias del baile nupcial, pero que seguro que se grabó a fuego en la memoria de todos los participantes de la boda.
