María y Adrián se unieron en matrimonio el pasado 15 de septiembre, tras seis años de intenso amor desde que se conocieron un día de verano en Sevilla. La temática de su boda: el mar.
En esta historia aparte de ellos, lógicamente, hay otro protagonista indiscutible: su amiga Ana. Mientras nuestra novia estaba en Italia estudiando cuarto de farmacia, Adrián, en Sevilla, coincidió en clase con Ana, quien desde el primer momento estuvo convencida de que ambos harían buena pareja. A pesar de la distancia entre María y Adrián, en ese momento, Ana organizó todo para que empezaran a tener contacto telefónico. Posteriormente, los presentó y se enamoraron, cumpliendo así su objetivo su particular Celestina.
La boda marina de María y Adrián:
– El vestido de la novia:
Regalo de sus padres, el vestido de la novia es un diseño exclusivo de José María Peiró. Este traje de la colección vintage del diseñador está inspirado en los años 20. En color blanco roto con base de crepé, este modelo fue confeccionado a medida en seda natural y lino con encaje bordado en hilo de algodón y guipur en cuerpo y falda.
“Fue el primer vestido que me probé y supe que ese sería el elegido, no paré de pensar que a Adrián le encantaría. Lo volvería a elegir una y mil veces más, se fundía con mi cuerpo y mi personalidad, me hacía sentir muy yo”, explica María.
– Los complementos:
En el outfit de María las joyas juegan un papel fundamental, en especial su tiara en forma de corona hecha a base de platino y diamantes. Herencia de su abuela, fue su abuelo quien se la regaló a esta última el día de su pedida en el año 1955.
Tras el baile nupcial cambió la tiara por un tocado dorado y azul celeste, elaborado con pistilos, flores de porcelana, turquesas y cristales de Swarovski confeccionado por Laura Tejada de Sweet Mint.
Sus zapatos eran un diseño especial de Flor de Asoka, hechos en ante, en tono azul celeste, punta redonda y tacón grueso dorado de 6cm de alto. “Quería unos zapatos cómodos y especiales para poder bailar durante toda la boda”, cuenta la novia. A pesas de la comodidad de estas, en las últimas horas de la barra libre decidió intercambiarlos por unas converse azul celeste.
– Decoración floral:
La decoración floral de la iglesia, el coche nupcial y la hacienda, fue trabajo de Acacia Mérida. El ramo era una composición de pequeñas rosas blancas, eucapilto, astilbe, brunia, astrantia e hipérico, todo en tonos verdes y blanco roto.
– El maquillaje y el peinado:
Para el maquillaje y peinado se puso en manos de Paula Noir Estilista, que respetando el deseo de la novia le hizo un semirecogido con ondas. En lo referente al make-up se decantó por la naturalidad, pintando sus labios en tono nude y dando el protagonismo a la iluminación de los ojos.
– El novio:
Adrián optó por un un chaqué a medida de tejido italiano en tono azul marino confeccionado por la sastrería Derbi 1951 de Sevilla.
Lo combinó con chaleco cruzado, camisa blanca, tirantes y corbata en un tono azul intenso con detalles blancos, y zapatos Lottusse.
– La celebración:
Para la celebración, María y Adrián optaron por un escenario único: la Bodega Viña Santa Marina, un lugar con alma propia en un entorno típico extremeño.Tanto la pareja como los invitados quedaron entusiasmados con el patio de la bodega y sus impresionantes vistas: “al comienzo del coctel recibimos a todos nuestros invitados en el patio interior de la bodega, con unas vistas a la sierra que enamoran. Este momento fue amenizado por música en directo de la banda Potato Head Jazz Band,” recuerda la novia. Ambos agradecen la magia del momento a su wedding planner, que fue la encargada de descubrirles el sitio.
La comida fue servida por el Catering Dávila.
– Invitaciones y regalos:
Como decíamos al principio, los novios eligieron la temática marina para su día B. Para ellos el mar es tan representativo, porque Adrián pidió matrimonio a María en la playa de Albandeira, en Portugal. Algo que, con la ayuda de Jéssica Palacios y Carlos Sagrado (wedding planner y diseñador gráfico), plasmaron en sus invitaciones en papel crudo llenas de corales de diferentes tamaños y colores.
Los invitados recibieron como recuerdo sus nombres en madera y un regalo solidario: una pulsera de la Fundación Adaba (Asociación de discapacitados auditivos de Badajoz y provincia).
– Momentos emotivos:
A María le cuesta quedarse con uno solo. “Todos estuvieron llenos de magia y alegría”, afirma. Sin embargo, hay cuatro que jamás borrará de su memoria: la entrada a la iglesia del brazo de su padre al ritmo de la canción Love Theme de Ennio Morricone; entregarle el ramo de novia a su madre; bailar con Adrián al compás de “I’ll Be Seeing y You” de Billie Holiday rodeados de sus seres queridos; y la suelta de globos tras pedir un deseo, que supuso un momento mágico, lleno de luz, amor y color.
– Invitadas:
A resaltar los looks de la madre, la madrina y de Sandra, la hermana del novio. La madrina lució un vestido largo diseño de Rosa Clará en gris perla, cuerpo y media manga en encaje chantilly y falda lisa con una bonita caída natural. Por su parte, la madre de María eligió un vestido midi confeccionado por Manolo Giraldo en azul Tiffany. Sandra lució un vestido joya de Rosa Clará en color Rose-Moka. No obstante para la novia, todas sus invitadas fueron ideales, con modelos muy acertados, afines a su personalidad.
– El fotógrafo:
El honor de inmortalizar los mejores momentos se lo concedieron a Boda & Arte. Su estilo natural, espontáneo y su atención por el detalle cautivaron a los novios desde el principio. “Pio es un hombre excelente como fotógrafo y mejor aún como persona, captura momentos únicos y consigue hacer de ellos verdaderas obras de arte”, cuenta María.
– Wedding Planner:
Para organizar su boda, María y Adrián, confiaron en la empresa Essencias de boda, capitaneada por su alma máter, Jéssica Palacios. Essencias de boda jugó un papel muy importante en su boda, asesorándoles en cada detalle, solucionando de forma ágil cualquier tipo de improviso y tranquilizando, en todo momento, tanto a la pareja, como a sus respectivas familias
“Junto a Jessica hemos conseguido hacer de nuestra boda un sueño y de nuestro sueño una realidad”, comenta María.
– Luna de miel:
Con esta boda de ensueño, su luna de miel no podía quedarse corta. Viajes El Corte Inglés organizó para ellos uno muy especial lleno de aventuras en Kenia y las islas Maldivas. Volar en globo por el Masai Mara, observando correr jirafas, zebras y elefantes o practicar submarinismo en los arrecifes de coral de Maldivas fueron algunas de las experiencias que vivieron en su viaje de novios.
¡En el mar o en la montaña, pero que seáis muy felices siempre, pareja!
